Para ver si el pescado es fresco debes ver que los ojos estén brillantes. Desprende un olor agradable a mar. Las agallas tienen que tener un color rojo intenso. Las escamas son brillantes y se pueden levantar facilmente con la uña del dedo. Si por el contrario se resisten, el pescado no está en buenas condiciones. Al apretar el pescado con la yema de los dedos, se nota una carne resistente. Si las yemas de los dedos se hunden con mucha facilidad y se nota blanda, es señal de que el pescado está pasado, aunque queda un poco mal ponerte a tocar el pescado. Con todos estos trucos seguro que identificamos el pescado fresco.
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